INVOLUCIONADO...

Últimamente creo que estoy en una fase de involución. Se supone que el ser humano está hecho y diseñado para evolucionar pero ¡ay! aquí está la vida con todas sus circunstancias y vivencias para tocarte los” rolleskinkis” y ponerte en situaciones que te hagan dudar hasta de cómo te llamas.

Y así estoy yo. Como en una gran resaca después de una fiesta que ha acabado pésimamente. Colean en mi interior situaciones vividas y experiencias que minaron mi autoestima y aunque bien lo sabe Dios que estoy luchando como una leona, últimamente paso por una de esas fases que yo llamo de huracán.

Básicamente consisten estas fases en que yo me veo en medio de la vida y todo gira y gira a una velocidad vertiginosa y soy incapaz de agarrarme a algo. Sigo paralizada en mi centro. Es como cuando éramos pequeños y jugábamos a la comba y te tocaba entrar y no veías el momento oportuno y a veces entrabas y ¡zas!, la comba te pegaba en plena cara y te quedabas con la cara enrojecida y tu orgullo malherido.

Mis años de matrimonio con las situaciones planteadas y frases escuchadas, me han dejado más tocada de lo que yo creía. Unas veces como es lógico estoy mejor pero otras, la cabeza me da vueltas (y mas siendo una cabecita de rubia, ya sabéis a lo que me refiero).

He retomado malos hábitos que tenía superados. Sin ir más lejos el tabaco. Yo empecé a fumar en mi adolescencia a escondidas como todos. Ya sabéis, me hago la guay y la mayor y con piti en mano me siento glamourosa y con un toque sofisticado.

Un día hace mas de 10 años, me levanto de la cama y digo como Maria Jiménez : SE ACABO. Y es que así soy yo, dominada la mayor parte de las veces por impulsos.

El caso es que entre` en esa fase asquerosa, repelente e inquisitoria de exfumadora: odio al tabaco, el humo, su olor y sin comprender cómo narices pude estar enganchada a algo tan asqueroso. Como soy así de “lista” en plena fase a lo Mercedes Mila antitabaco, me caso con el SR:RANCIO que se fumaba hasta las bolsitas de manzanilla. Arrrgg. Yo era una constante suplica día y noche para que dejara ese habito que hacia que la casa oliera a cenicero de bar de carretera. Por supuesto, no me hizo caso jamás y creo que hasta fumaba más.

Pero he aquí que a los meses de separarme y en plena crisis existencial, quedo con una amiga que fuma y le digo: dame un cigarro, por tu madre. Ella, muy consciente del tema, me dice: prométeme que no te vas a volver a enganchar, a lo que yo contesto muy segura: noooooooooo, ni de coña, hoy solo, que estoy que me subo por las paredes.
Bien, el hoy solo se ha convertido en casi un año. Ole.

Pero la siguiente involución me tiene totalmente trastornada, ida y asombrada hasta donde puedo llegar: me vuelvo a comer las uñas como cuando era pequeña.

Pase que el tabaco arruine mis pulmones, envejezca mi piel y me de un olor a chamusquete especial ¿pero estas manos de choni con estas horribles uñas que no puedo pintar y llenas de padrastros?¿Dónde voy a ir a parar por Dios?.
A este paso me veo volviendo a mojar la cama y ya me veo haciendo castings para compresas de leves pérdidas de orina….

Y esta es mi neura de hoy. Contrólate rubia que vas a ser tu perdición.

P.D: Un agradecimiento a todos los seguidores que tengo pues jamás pensé que mis “historias para no dormir” podría interesar a nadie y un MUCHAS GRACIAS gigantesco a todos los que han pasado por mi blog. Hoy estoy de celebración: más de 1000 visitas. Os debo unas cañas. Gracias a todos de todo corazón.

Besos en los morros.