jueves, 14 de enero de 2010
EL SINDROME DE MARIA ANTONIETA...
Hoy en día está muy de moda tener algún síndrome o varios juntos. Lo que antes era la conducta insufrible de un niño odioso berreando día y noche, hoy es hiperactividad, por ejemplo.
Hay síndromes de lo más variado como por ejemplo, el síndrome postvacacional. Todos lo conocemos. Es esa sensación de me quiero volver a mis vacaciones y no aguanto mi trabajo y rutina. ¡Y UNA MIERDA!.
Yo, como soy un ser tan extraño, vuelvo exhausta de mis vacaciones. Entro en un estado de locura y actividad frenética en el que quiero ver todo, visitar todo, entrar en todos los museos, pasear por todas las playas, ir a todos los sitios de moda y comerme y beberme todo lo típico del lugar. Arrrfffff, es agotador y estoy deseando volver a mi casita.
También tenemos el síndrome de Estocolmo. Es esa extraña conducta que hace que los secuestrados se enamoren y disculpen a sus captores. Sin lugar a dudas, rotundamente, vamos que pongo la mano en el fuego, yo este síndrome lo tuve en mis años de matrimonio. Prefiero pensar esto que no que soy una idiota redomada amén de masoca y con el cerebro atrofiado.
Por supuesto todos los meses me acompaña mi querido y siempre fiel síndrome premenstrual. Chicos, no sabéis lo que os perdéis porque esa sensación de que un gato te araña las entrañas, que te patean los riñones, que el pecho te explota y que te comerías hasta las paredes de la casa del vecino, es una experiencia mística.
Aún recuerdo la cara de felicidad de la SR. PRAGMATICA (mami) cuando me vino por primera vez la regla: estaba emocionada, llamó a toda la familia (solo le faltó publicarlo en el BOE) y fuimos a celebrarlo a un restaurante japonés.
¿PERO CELEBRAR EL QUÉ, OIGA?¿Que me puedo quedar preñada?¿que cada mes tendré dolores insufribles?¿que se me pondrá un genio de perros?¿que me saldrán granos?¿que para postre me dará por llorar por cualquier idiotez? Por no hablar del dineral en compresas, tampax y braguitas de regla que son imprescindibles en toda chica que se precie y cuanto mas feas y de abuela, mejor.
También tenemos el llamado síndrome o complejo de Edipo/Electra. Este consiste básicamente en estar enamorado de tu padre/madre. Yo durante mi infancia tuve el de Edipo porque cada vez que me preguntaban que con quien me quería casar, contestaba sin lugar a duda que con mi padre (que Dios nos asista y nos pille confeasaos por si acaso).
Mi ex, El Rancio, sin lugar a dudas lo tenía porque vamos, no era normal aquella adoración-veneración-orgasmo-extásis hacia la tortilla de patatas de su madre. Tortilla de patatas que acompañaba TODAS Y CADA UNA DE LAS VISITAS QUE REALIZABAMOS A CASA DE MIS SUEGROS (y eran bastantes). Con razón ahora la tortilla española, no puedo ni verla….¿Veis? ¡Otro síndrome!: atragantamiento a la suegra y a sus tortillas.
El síndrome de Peter Pan muchos lo conoceréis. Es aquél en el que un hombre es incapaz de comprometerse y tomar decisiones importantes. Este síndrome a día de hoy lo tienen la mitad más uno. Genial para todas aquellas chicas que quieran pasar un rato divertido pero a la larga, acaba aburriendo.
El síndrome del nido vacío me encanta. El nombre es de lo más poético y entrañable. Consiste básicamente en que los padres cuando sus hijos se independizan los echan mucho de menos y ven su vida sin sentido y vacía.
¡JA!.Yo a mi madre no le dí tiempo a tener este síndrome porque como bien vaticinaba ella y me repetía: nena, no me habré quitado el tacón de tu boda y ya estarás de vuelta. Raphel ahueca que mi madre te quita el puesto.
Para finalizar, vengo observando en mi y en varias de mis amigas un síndrome que he bautizado como el síndrome de María Antonieta. Este curioso estado consiste en desear algo con tanta vehemencia o darle vueltas a una situación de tal manera que te hace perder la cabeza.
Yo este lo tengo muy a menudo. Pierdo la cabeza por unos zapatos de tacón, un hombre, una barra de labios, una riña……oye y se me va la olla que da gusto.
Espero no ser la única con tanta neura y síndrome raro. Vacunas contra todo esto no han inventado aún ¿no?.
A vuestros pies…..
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Neuronas, y eso que es?
ResponderEliminarsaludos,regreso.
Yo no tengo síndrome de maria antonieta, yo me podría haber llamado maria antonieta directamente ajajaja. El premenstrual solo me hace llorar y comer chocolate, y el de peterpan cada día lo llevo mejor, los demás creo que no los he tenido nunca... o no me los he notado :P
ResponderEliminarMi favorito es el sindrome de Diógenes: creo que todos lo sufrimos de una manera u otra...
ResponderEliminar¿Quien no acumula desperdicios del tipo: zapatos viejos, ropa que jamás usas, apuntes de tu época de estudiante que nunca te servirán de nada, etc?
En realidad, lo extraño es encontrar algo que no se convierta en síndrome en nuestras vidas. Yo me identifico más o menos con todos los que apuntas y seguro que si empezamos a enumerar nos salen más que que las citas horribles del otro día. Ese también podría ser un síndrome en los tiempos que corren, jaja
ResponderEliminarBesos
mi favorito es el de Peter Pan, si es que para qué amos a crecer, que es un rollo...
ResponderEliminarNo eres la única, te lo aseguro y maría Anonietos tambien conozco unos pocos.
ResponderEliminarUn saludo.
En algunas amigas? Debo darme por aludida? Yo perder la cabezaaaaa???? No, no, no y no. Que esté a punto de poner mi vida patas arriba por un insulso oficinista no significa nada. Puedo controlarlo y de hecho lo hago. No me he tirado a su cuello.
ResponderEliminarLo de mi afición a los zapatos es otra historia.
http://unamujerdispersa.blogspot.com/
Dispersa juntate conmigo... adoro los zapatos, tenemos el "síndrome de los zapatos de Maria Antonieta" jajajaja
ResponderEliminarSaludos rubia del reves!!! muakss!!!
Nada de disfrutar un síndrome. ¡Yo quiero unos cuantos!
ResponderEliminarY si no, gritaré y gritaré hasta enfermar.
Y puedo.
Princesa, díme cuándo y dónde, jajajaja. Quién quiere hombres si puede estrenar un buen par de tacones...
ResponderEliminarJajajaja... pues me parece que, de todos los que comentas, sólo tengo el que tú bautizas como "síndrome de Maria Antonieta" (aparte de que me encanta la peli de Sophia Coppola, dicho sea de paso).
ResponderEliminarCallad, callad no hableis de zapatos que como dice la Lomana, voy a tener que tener un cuarto solo para ellos....glup....
ResponderEliminarY bueno veo que nadie me ha hablado el sindrome de abstinencia.....yo tengo constantemente mono de chocolate, de nicotina, del principe encantado....yo asi no puedo vivir, oiga.
Bienvenidos a la terapia a a los nuevos.
Caotico_ por cierto, a mi tb. me chifla la peli.¿Te has fijado en las all star que salen mencladas con los zapatos de ellas?. Que detalle mas golfo....
bss
Ay...Yo me apunto a lo de los zapatos...
ResponderEliminarSon mi perdición...
Muchos besitos.
Creo que tengo el Síndrome de Maria Antonieta,,y es que soy una obsesiva irracional y pierdo la cabeza por cada cosa más tonta a veces...
ResponderEliminarPor cierto..me encanto la continuación del cuento que redactaste el otro día en tu blog, que sepas que se te da genial escribir cuentos..deberías animarte;)
Besazos
Existe algún síndrome cuando uno está hasta los huevos de todo?
ResponderEliminarQue me encanta lo que leo, así que te sigo y te enlazo.
ResponderEliminarMuchos besitos.
jajajaj podriamos hacer una quedada todas para comprar zapatos jajaja sería buenísimo!! yo creía que mi obsesión por los zapatos era rara pero veo que no soy la única. Aunque la gente que entra en mi habitación se sigue sorprendiendo de mis casi 40 pares de zapatos... creo que yo tb necesito una habitación solo para zapatos jaaja
ResponderEliminarehhhhh yo tb tenía síndrome de abstinencia de chocolate, hasta que dije: que le den! y ya no tengo síndrome de abstinencia, xk cada vez que tengo "mono" de chocolate, como chocolate y arreglado el eíndrome de abstinencia.
Besitos a todossssssss!!!!!!!!!!!
El síndrome este de Maria Antonieta viene a poner de manifiesto que con los sencilla que podría ser la vida, tenemos la manía de complicárnosla que da gusto.
ResponderEliminarEl síndrome Maria Antonieta lo sufro con todo lo que sea "material", ainssss.
ResponderEliminarCon los hombres me cuido muy mucho de volverme loca. Está el frenopático lleno de ´impulsos´d´esos.
ufff si yo te contara mis síndromes personales propios y exclusivos, seguro que se te contagiaban ¡quita quita! (de hecho creo que el de Maria Antonieta me lo llevo puesto jajajja!!!)
ResponderEliminarvengo de visita desde el blog de Dispersa. Felicidades por ser una mujer notable.
Me gustan las mujeres notables, síp.
me acomodé en el rincón de Dispersa, ¿puedo quedarme por aquí también? me gustó leerte :)
Mary Lovecraft, !!!por supuesto!!!. Pasa al fondo y ponte comoda...
ResponderEliminar