domingo, 7 de febrero de 2010

NI CLEOPATRA NI JULIO CESAR...



Pues no. Y eso que teníamos el ambiente y los decorados para sentirnos como dos amantes apasionados.Ni yo soy faraona baja y nariguda ni tu eres un conquistador sin igual (aunque si compartes la calvicie...)

Y eso que mi viaje de novios fue a Egipto. Después de mi boda ya relatada en la entrada "Lo que Dios ha unido.." nos tocaba un viaje romántico y maravilloso de 15 días y decidimos ver Egipto.
Yo soñaba con días maravillosos rodeada de esta cultura fascinante, con un recién marido deshaciéndose en atenciones hacia su joven esposa y noches a lo Cleopatra y Julio César. Digamos que arquelogía, por un tubo, árabes de mano babosa aun más, adecdotas y YA.

La idea del viaje me pareció fascinante y envuelta de suaves tules dorados. Muy sensual vamos. Pero la realidad me puso los pies bien, pero que bien en la tierra.

Ya la preparación del viaje fue un suplicio: yo quería hacer de todo, arqueología, crucero, mar muerto...todo, todo. El con su característico ánimo tenia el entusiasmo de una ameba. No me importó, yo tengo el entusiasmo de una legión.

El caso es que después de la celebración de la boda, al día siguiente y con toda la paliza encima, nos fuimos a Egipto. Llegamos tardísimo y yo especialmente derrotada. Nadie me consoló así que ¿qué hice?...móvil en mano, encerrada en el cuarto de baño y kilos de papel higiénico llamé a mi madre llorando como una descosida.Mi recién marido no me hacía ni caso y mientras entre hipidos y sollozos hablaba con mi santa madre, él....roncaba.

No me sentí Cleopatra en ningún momento y mucho menos sentí que el fuera Julio Cesar. Me sentí atropellada por cantidad de lugareños babosos que pedían a mi "baba" (padre en árabe, es que mi marido era 10 años mayor que yo pero aparentaba 40 más que la ue suscribe)que me cambiaba por no sé cuantas historias (lo trípico), a poco me tienen que llevar a urgencias porque me recomendaron no comer nada lavado con agua de allí y me dediqué a no comer nada de verduras y el baño yo solo lo visitaba para ducharme y para mas inri, el guia privado que llevábamos cada vez que se daba la vuelta mi ex, me tiraba los tejos.

Rubiadas de las mías tuve a montones. Me timaron con regateos todo lo que quisieron y más (no valgo para esto, me dan pena). Me regalaron un collar de cuentas rojas y azules que me puse y al meterme en una piscina se deshizo en mis tetas y me dijeron que los solían hacer con caca de camello y luego los pintaban, genial.En el crucero hicieron un concurso con los turistas de danza del vientre y mi marido me invitó a participar puesto que he dado clases. Fue la revolución con mi metro setenta y cuatro y mi larga melena rubia contorneandome como una serpiente. En el barco tenia que ir escoltada por mi marido so pena de violación masiva y despedace al grito de shakira, bailas como shakira.....

En fin, que yo me imaginaba sensuales y glamourosas escenas entre sedas y amor y sexo y que si quieres arroz catalina...

Tendré que esperar a encontrar a mi Julio Cesar y entonces los cimientos de Karnak temblarán. Por Ra¡.

17 comentarios:

  1. Lástima no saber antes que las amebas tenían tan poco swing; francamente, no las veo acompañando a una odalisca moviendo las caderas, jajaja

    Besitos

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  2. ahi madre mia!!! pobrecilla mia!!! a mi me querian comprar en tunez por 7 camellos y un rebaño de cabras jejeje y lo de bañarse en el mar negro mola, pero de romántico nada jejeje
    yo tampoco se regatear, me dan pena los jodios jejeje vaya luna de miel!!! k bueno lo del collar.... jejeje

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  3. Menos mal que te has quitado ese cesar caido salió de tu rubia vida!! jiji ahora a por egipto y el mundo entero, sola o acompañada, eso no es lo importante :)

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  4. normal que la cosa acabara en divorcio, por dios rubia, como te casaste con ese pedazo de sosooooooooooo??? que tenia que haberte hecho el pino puente debajo de cualquier piramide??????

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  5. Toc, toc, ¿Se puede? Rubia, estoy con Amparo, no me entra en la cabeza que te casaras con tu ex. Vale que los polos opuestos se atraen pero lo vuestro es ya del guines. Una cosa, me ha marcado lo del collar, que asssssssco, todavia tengo nauseas del asco que me ha dado cuando lo leia.

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  6. La imaginación juega malas pasadas, Dolly. No tengo solución, pero las amebas tienen también su tropismo y quimiorreceptores, es cuestión de encontrarlos.
    Bss Moneras

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  7. ¿Pero antes del casamiento había ayuntamiento carnal o no? Porque si no, y tampoco él hacía intentos, la cosa ya estaba clara de cómo iba a ser después de pasar por vicaría.

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  8. Pero algo bueno tendría tu ex-Julio César, no?...

    Saludos!

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  9. Bueno, puede que ahora encuentres a tu Marco-Antonio...

    Abrazos!

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  10. Yo creo que el problema no era Egipto, era la compañía.

    Nunca he estado allí, pero si me hago con un collar de caquita de camello, sería el hombre más feliz del mundo!!!

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  11. hola Rubia, me hago seguidor con tu permiso.
    esta muy interesante el blog

    a por cierto yo soy este http://diarioderoxack.blogspot.com/

    encantado

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  12. Flipante vamos... pero es que siempre elegimos a ''los mejores'' (vease tono de ironía)

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  13. Jamía tu ameba es que era digno de disecarlo.

    Yo soy como tú, muy de "traca", y tengo tendencia a emparejarme con amebas...pero de otro tipo.
    Tíos raros y más bien callados.
    De esos que cuando cierran la puerta de casa ¡ejem! Exploxiona el cosmos...
    No sigo, que me dan ganas de buscar al tercero y ahora estoy mú relajá yo...

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  14. menudo viajecito.Menos mal que no bebiste nada.
    Yo hace años fui a la boda de unos amigos que se fueron a Egipto de luna de miel, y con mi mala suerte pillaron una hepatitis alli, al parecer por beber agua.saludos

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  15. Qué tendremos las rubias terremoto que sólo se nos pegan las algas hechas personas XD
    Suerte con el blog, me encantó tu forma de contar lo cotidiano sin hacer de ello una historia rococó.

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